El pasado viernes, día 15 de febrero estuvimos en la segunda jornada de IkasZabaltzen (iZBN). En esta ocasión, el historiador Fernando Mikelarena, acompañado por Txema Aranaz, compartió con los asistentes (entre 40 y 50 personas) reflexiones acerca de la gestión de la memoria histórica en Navarra.
Empezó repasando conceptos como historia y memoria, que son conceptos complementarios que conforman un concepto más amplio como es la Memoria Histórica (MH) que para ser válida tiene que ser inclusiva, integral y consensuada. Milekarena, además subrayó la importancia de hacer MH de la violencia política por las consecuencias que pueden derivar en el presente. La violencia política se distingue entre la no explícita y la explícita (violencia de Estado, lucha revolucionaria, o guerra civil por pugna entre iguales), y toda violencia explícita necesita de una legitimación ideológica y de organizaciones y/o instituciones que la instrumentalicen.
En nuestra tierra y en el contexto vasconavarro la violencia política se ha manifestado históricamente en múltiples conflictos como la guerra de la independencia y las guerras carlistas del s.XIX, la guerra civil del 36, el franquismo y la violencia de “baja intensidad” producida desde 1975. Destaca que los más beneficiarios de la violencia política fueron siempre los vencedores de los conflictos, especialmente a consecuencia de la guerra civil de 1936, y sin embargo, los perdedores también han obtenido cierto beneficio como muestra el hecho de los resultados electorales de la Izquierda Abertzale tras la derrota militar de ETA.
Después Mikelarena repasó estudios científicos y teorías sobre la violencia política, y las enseñanzas que se pueden derivar de su aplicación en nuestro contexto, especialmente en el de los últimos 35 años, que ayudan a comprender las razones de la la persistencia de la violencia.
A pesar de todo, Mikelarena puso en la mesa el triple reduccionismo que según él se hace respecto al tema en Navarra, en primer lugar por quienes reducen la violencia política a determinados actos temporales, en segundo lugar por quienes limitan la gestión de la violencia política a las víctimas directas, y por último por quienes olvidan a los verdugos en la gestión de la violencia política. Frente a estas visiones reduccionistas, propone una visión integral que abarque un amplio arco temporal y que hable de víctimas directas e indirectas, así como de los verdugos. Todo con el objetivo último de deslegitimar posibles usos de violencia política en el futuro, desde el derecho de la memoria y desde el deber de la memoria, para que la sociedad civil se haga cargo también (no sólo es responsabilidad institucional).
Mikelarena finalizó la ponencia hablando de la gestión política de la violencia en Navarra y la problemática situación en el que se mezcla la desmemoria forzada con el malestar propio de realizar un ejercicio de introspección de una generación vinculada con la represión por temor a que sus progenitores reproduzcan de alguna manera la violencia política.
Desde GAZTEOK BAI vemos claro la conveniencia de una gestión de la memoria histórica y que además tiene hacerse de forma inclusiva y documentada, abierta y a ser posible sin apriorismos. Porque las víctimas se lo merecen y el avance de la sociedad y la democracia exige de todos un compromiso de mejora y de no reproducción de errores del pasado.
La siguiente cita con IkasZabaltzen la tenemos el próximo viernes día 1 de marzo, donde con Goio Monreal repasaremos la evolución y el devenir de la izquierda europea.